Existen dos maneras de preparar el hojaldre, la fórmula que doy a continuación es de fácil realización, con resultados positivos.
En un lado de la mesa se pone un poco de harina (ésta no entra en el peso).
En una fuente el agua, la sal y la mantequilla o margarina fría; se ablanda un poco ésta con la mano, introduciéndola en el agua y se agrega toda la harina (el cuarto kilo) mezclándolo todo.
Cuando está unido se vuelca sobre la mesa y se recoge, amasándolo ligeramente hasta conseguir una bola, si quedará seco (se nota cuando no une bien) se pone un poco de más de agua, todo esto debe de hacerse con rapidez, sin manipularla mucho.
Entonces se coloca en el centro de la mesa, espolvoreándola antes con harina, para que la mantequilla o margarina quede repartida por igual al aplanarla, pues si se empezara por un extremo de ésta y no tiene espacio suficiente llegaría a reventar.
Se espolvorea igualmente la bola de masa y se coloca el rollo también enharinado en el medio de la masa, agarrándolo por los extremos y haciéndolo girar, siempre con igual presión (suavemente) primero hacia arriba, volviendo a colocarlo en el centro y luego hacia abajo, espolvoreando la mesa y la masa cuantas veces corra peligro de pegarse al rollo o a la mesa.
Se estira la masa cuidando que vaya muy derecha sin salientes, lo que quede desnivelado se empujara hacia dentro con un cuchillo.
Cuando la masa haya quedado bien extendida (en una aproximación de unos cincuenta centímetros de largo por treinta de ancho) se calcula la tira en tres partes, se le dan dos dobleces cogiéndola por la parte de arriba, doblando la primera parte sobre la segunda y la tercera sobre la primera; a continuación se dobla a la mitad de derecha a izquierda, entonces se le da la vuelta de manera que la abertura del libro, aspecto que presenta la masa después de doblada, quede a nuestra derecha, quedando terminada así la primera vuelta.
Una vez colocada la masa en esta posición, se raspa la mesa recogiendo la harina que se haya pegado, dejando ésta bien limpia se vuelve a espolvorear, se presiona con el rollo pegando los dobleces y se volverá a estirar de la misma manera que la primera.
Dadas las cinco vueltas (todas igual que la primera), se coloca sobre el plato espolvoreado de harina, se cubre con un paño humedecido en agua fría y se coloca en nevera o sitio muy fresco durante dos o más horas. Cuanto más tiempo, mejor.
Una vez reposada se utiliza.