Lo primero es tener desalado el bacalao, lo puedes coger ya preparado. Si no, deberás poner el bacalo durante veinticuatro horas en abundante agua fría, cambiándoles ésta durante tres o cuatro veces.
Cuando esté desalado, deberás quitarles la piel y las espinas. Cuando es bacalo fresco, la mejor forma es ponerlo en una cazuela, con agua fría y al fuego. Cuando empiece a formar espumilla en el agua, antes de que empiece a hervir, sepáralo del agua, los dejas enfriar y les quita toda la piel y espinas.
El siguiente paso es cortarlos en trozos, pueden ser cuadrados, alargados.... pero todos de un tamaño similar para que tarden lo mismo en cocinarse.
Para el rebozado, se pone la harina en un recipiente hondo, se agrega la cerveza sal, una yema de huevo y dos cucharadas de aceite se mezcla todo bien y se agregan las dos claras batidas a punto de nieve removiéndolo, se deja reposar veinte minutos. La consistencia dependerá del tipo de harina y tamaño de los huevos, si está muy espesa puedes añadir agua.
Reboza el bacalo por todos lados y fríelo en aceite caliente