Se echa la harina en una fuente y en el centro los huevos, azúcar, manteca, anís y levadura deshecha en un poco de leche con la sal.
Se amasa durante media hora aproximadamente y si la pasta está un poco dura, se le unta con agua tibia hasta que se vaya suavizando.
Si es sólo un kilo, basta amasarlo por la mañana para la tarde; si pasa de uno es conveniente hacerla por la noche para que repose lo suficiente dejando la masa en sitio templado para que no coja frío y fermente.
Se forman las marañuelas y se cuecen a horno suave veinticinco minutos.